Reflexiones acerca de las discusiones de pareja

 
Reflexiones acerca de las discusiones de pareja

Para aclarar algunos conceptos, os dejamos algunas reflexiones sobre las discusiones de pareja.

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Son muchas las preguntas que nos pueden surgir en relación a las discusiones de pareja. Suele ser un tema muy común entre las parejas de nuestro país, pero no todo el mundo está dispuesto a buscar la ayuda de un experto o de una terapia de pareja, por lo que muchas veces los conceptos que tenemos sobre las discusiones de pareja no son del todo correctos.

Para aclarar algunos conceptos, os dejamos algunas reflexiones sobre las discusiones de pareja.

¿Por qué motivos suelen discutir las parejas?

Las discusiones de pareja son un elemento necesario dentro de la pareja, puesto que frente a los desacuerdos se deben negociar las soluciones ante los problemas o simplemente se pueden tener como medio para expresar opiniones con distintos puntos de vista. El problema real en este caso es que la mayoría de parejas no sabe discutir, ya que ni se escuchan ni se centran en buscar soluciones, sino que buscan culpables y defienden sus posturas de manera agresiva (con enfados, gritos o usando la ironía). De este modo, cualquier tema puede ser un foco de malestar y generar discusiones destructivas , si el objetivo final es ganar al otro. Las familias de origen, la educación de los hijos, la falta de deseo sexual, la rutina, la pérdida de ilusión y las infidelidades suelen ser los temas de discusiones más frecuentes en las parejas que acuden a terapia.

A la hora de ceder en la pareja, ¿el género es un componente importante?

Más que el género, es una cuestión de personalidad. Normalmente el más inhibido de los dos, el que suele huir de los conflictos o que convive con una persona mucho más agresiva suele ser el que cede antes a los problemas. Pese a eso, la cesión no suele terminar en un acuerdo satisfactorio, sino que suele ser una solución a corto plazo. A medio o largo plazo la discusión volverá a darse, con resultados cada vez más nefastos para la pareja.

¿Por qué nos cuesta tanto pedir perdón después de una discusión?

Es normal que nos cueste pedir perdón, sobre todo cuando creemos que la culpa de la discusión no ha sido nuestra, y nos resulta más fácil culpar al otro. Además, la prolongación del enfado y, sobre todo, el orgullo dificultan que se dé el paso de pedir disculpas, o incluso el no ser plenamente consciente del dolor que podemos haber causado en nuestra pareja al creer que está exagerando.

¿Por qué del mismo modo nos cuesta perdonar?

Perdonar es difícil cuando la discusión se ha dado varias veces, y depende de lo que nos hayan dicho o hecho puede resultarnos imposible de perdonar. Muchos expertos consideran que no hay que perdonarlo todo, pero en caso de querer perdonar, es una cuestión de tiempo y de voluntad, así como de ver en la pareja una actitud sincera de arrepentimiento y hechos que demuestren que existe verdadera intención de enmendar el error. Como dice el refrán: “Obras son amores y no buenas razones”.